Enciendo la tele, busco desesperadamente el canal.
¡Dónde coño estás!
¡Por fin!, el combate ya ha comenzado.
Al de calzón rojo, le acaban de abrir la ceja,
la sangre salpica al público de la primera fila.
‘’Esa rubia siliconada se ha puesto cachonda’’
¡mierda! ¡mierda! ¡mierda!
El de calzón rojo ha caído, no se levanta.
¡Joder! el árbitro ha levantado el brazo del de calzón blanco.
Me van a romper las piernas, o me cortarán los dedos de las manos.
Suena el teléfono:
-¿Sí?
-Me debes mucha pasta.
-Ahora no tengo dinero, pero te pagaré, te lo juro.
-Ya sabes lo que toca.
Clock-Pi-pi-pi-pi-pi.
Desde entonces no he vuelto a apostar…
Ni he vuelto a tocar la guitarra.
Me encanta. Tiene un cierre fantástico…
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Está guay, ¿eh? No le rompen las piernas, le cortan los dedos. Realmente, era lo suyo.
Saludos, Dani. Gracias por pasarte por aquí.
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Bueno tú haces tributos a Aíto, y yo no puedo por más que hacértelos a tí.
Pásate por mi blog Murders, tienes allí un regalito, que espero te guste, te anticipo que no es la guillotina jejeje.
One Kiss,
Estel J.
http://estelj.blogspot.com/2008/09/toro-pasado-recojo-otro-premio.html
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