Nuevos exponentes

Los Storm Troopers eran la banda más brutal de la escena.
Hasta que llegaron los Sixxx.
Así de fácil y así de claro.
No era nueva tecnología, eran ellos y sus sesenta dedos.
Sus músculos, sus nervios y sus cerebros.
Eran cerebros satánicos, negros, en cuerpos con músculos de acero.
Los punteos, los tremolos, los abrasivos riffs, los ritmos quebrantacuellos.
Los Storm Troopers quedaron ya, y para siempre, como una banda de damiselas al lado de estos,
muy funestos, palimpsestos.

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