Archive for the ‘Uncategorized’ Category
Más libros (es la guerra)
mayo 12, 2009
No hay camino al Paraíso, Jose Ángel Barrueco y Javier Das
Está pronto a ver la luz este doble poemario a cargo de Jose Ángel Barrueco y Javier Das en la editorial Ya lo dijo Casimiro Parker. Festival de enlaces para los interesados.
Enlazo también el prólogo firmado por David González.
Blues y otros cuentos, Iñaki Echarte Vidarte
Primer libro de relatos de Iñaki Echarte Vidarte.
En Baile del Sol.
Todo es mentira en las películas, Roxana Popelka
Nueva novela de Roxana Popelka.
También en Baile del Sol.
Y, por último, Elogio del proxeneta, de Luis Miguel Rabanal, novela que ya está disponible en Ediciones Escalera, donde podéis leer un fragmento. Caliente.
Y después…
mayo 5, 2009
Nescafé capuchino descafei…
TERRORIZER está en camino…
Veo portadas y contraportadas…
Veo un artefacto que es una puta explosión aproximándose a mí desde Pamplona.
Sí, Sí, Sí, Sí, Sí. ¿Creíais que no?
Pues sí, sí, sí, está tomando cuerpo allí en los estudios VACA de Eclipsados.
Qué engorile.
Joder !!!
2 poemas de Joan Brossa y un poco de charla
abril 17, 2009
EL TIEMPO
Este verso es el presente.
El verso que habéis leído es ya el pasado
—ha quedado atrás después de la lectura—.
El resto del poema es el futuro,
que existe fuera de vuestra
percepción.
Las palabras
están aquí, tanto si las leéis
como si no. Y ningún poder terrestre
lo puede modificar.
DE VIVA VOZ
Los discos del gramófono
hacen que esté en circulación
la poesía recitada por los mismos
poetas. A mí también me parece,
claro está, que la poesía debe ser
leída en voz alta, o al menos
a media voz; quiero decir que es mejor
desempaquetarla de los libros, ¿no?
Poemas extraídos de http://www.eldigoras.com/eom03/2004/2/aire32job01.htm y pertenecientes a El Tentetieso (Trad.: Carlos Vitale)
Estos dos poemas de Joan Brossa pertenecen al libro El Tentetieso (El Saltamartí en la versión original en catalán). Este libro, en la edición de superbolsillo que hizo Plaza & Janés hace unos años, en traducción de Carlos Vitale, y a pesar de que contiene un verso que para mí casi lo jode todo, es uno de mis dos libros preferidos de poesía de todos los tiempos (por cierto, lo perdí hace unos años y está descatalogado, ¿si alguien sabe dónde puedo conseguirlo…?) Es este:
El otro es Las Flores del Mal, de Charly B., pero también traducido, en este caso por Antonio Martínez Sarrión.
Aunque los dos autores eran bastante celosos de su condición de poetas –más Brossa, incluso, creo-, son lo que yo considero poetas impuros, es decir, poetas que están más cerca de la literatura (= arte), que de la poesía (= ?).
En el fondo de esta discusión siempre latente de si la poesía es literatura o no, de si la poesía es inteligencia o sentimiento (podemos recordar aquí la Filosofía de la composición, de E.A. Poe, seguido por Baudelaire, y esa voluntad de ambos de racionalizar su trabajo poético, de convertirlo en ciencia moderna, de convertirse en cuasi-máquinas, imbricar poesía y filosofía, y a su vez, la innegable presencia de sus conflictos emocionales y sus abismos existenciales), de si depende del trabajo o de la inspiración, de si se puede construir racionalmente o debe vomitarse desde el subconsciente, de si es una comunicación ficcional o pura, etc., etc., en el fondo de todas estas discusiones, decía, sólo hay una cosa: lo que YO aprecio por encima de otras cosas porque de verdad me conmueve o me hace gozar de alguna manera superior. Por lo demás, las discusiones teóricas me importan muy poco. Es ridículo pretender llegar a algo por ese camino, mediante la lógica y el lenguaje; lógica y lenguaje son como una pareja de amantes de plomo.
El goce que me procuran a mí estos dos libros es, sobre todo, estético. Se trata de la creación de algo, un objeto misterioso, apreciable, distinto ente los demás, o quizá del vaciado, tallado, desnudado de algo hasta conseguir ese mismo objeto precioso, lo que más que creación o construcción sería descubrimiento o reducción. Ese objeto exige una manera especial de mirarlo porque es algo nuevo, desconocido, oriental, iniciático, obtuso, insospechado, dislocador que atañe a la percepción y puede cambiarla, ampliándola. De lo contrario, su belleza es como la belleza de un humano con cabeza de chorlito; ocurre en este caso que no es una belleza plenamente bella porque carece de “personalidad” o adolece de una personalidad poco desarrollada por, por ejemplo, cobardía, es decir: carece de inteligencia propia.
Un libro, cualquier objeto artístico serio, debe tener también esa “personalidad”, pero no la del artista, sino la suya, de modo que, estando de vacaciones, desaparecido o muerto y olvidado el artista, siga tan vivo como, por lo menos, Robocop.
Por ejemplo, ese poema de Brossa, El tiempo, tiene para mí un peso monumental muy superior a cualquier escultura de Chillida, además de una ironía marinera que me mata.
¿Es poesía, arte, magia, un reloj?
Francamente, cariño, me importa un bledo.
Brossa
Baudelaire (Este retrato suyo no lo conocía; lo descubrí hace poco en Internet)
Cruce de Caminos 3
abril 7, 2009
Con trabajos de José Ángel Barrueco, Leo del Mar, Pepe Pereza, Yamila Greco, Pat Garrett, Marcos González, Silvia Loustau, Mai G. Manso, Alfredo González, María Turrero y Sergio Jardón.
Léelo:¡¡achís!http://enelcrucedecaminos.blogspot.com
abril 7, 2009
Cryptic Slaughter, M.A.D., Convicted (1986)
Cryptic Slaughter, Lowlife, Convicted (1986)
Un fragmento de 1966 de “Diario (1953-1969)”, de Witold Gombrowicz
abril 3, 2009
El problema de la Forma, el hombre como productor de la forma, el hombre como esclavo de las formas, la concepción de la Forma Interhumana como fuerza creadora suprema, el hombre inauténtico: siempre he escrito sobre eso, siempre me he preocupado por eso, siempre lo he puesto en evidencia; pues bien, sustituid “forma” por “estructuralismo” y me veréis en el centro de la problemática intelectual francesa actual. Y es que Ferdydurke, Cosmos, no tratan de otra cosa sino justamente de la tiranía de las formas, del juego de las estructuras. En El casamiento está expresado con claridad: “No somos nosotros quienes decimos las palabras sino que son las palabras las que nos dicen a nosotros.”
¿Por qué, entonces, entre ellos y yo, esta antipatía… como si ellos, dándome la espalda, se encaminaran hacia otra dirección…? Sus obras –sea el nouveau roman français o su sociología, su lingüística o su crítica literaria- se caracteriza por una tendencia espiritual que a mí me parece francamente desagradable, irritante, incorrecta, poco práctica, ineficaz… Seguramente lo que más nos separa es que ellos pertenecen al mundo de la ciencia y yo al del arte. Desprenden tufillo a universidad. Esa pedantería suya, consciente y pertinaz. Su actitud profesoral, mordacidad, aburrimiento obstinado, insociabilidad, orgullo intelectual, severidad… Sus maneras me chocan, su lenguaje es demasiado altisonante… Pero esto no es todo. Hay una razón más profunda para esta discordia entre nosotros. Así como yo quiero ser relajado, ellos son crispados, rígidos, tensos y obcecados… y así como yo tiendo “hacia mí”, ellos, desde hace tiempo, respiran deseo de autodestrucción, quieren salir de sí mismos. El objeto. El objetivismo. Una especie de ascesis, casi medieval. Una supuesta “pureza” que les atrae hacia la deshumanización. Pero ese objetivismo suyo no es frío (aunque quisiera ser gélido), esconde un aguijón de intención agresiva, provocativa, sí, es una provocación. Y con cierto asombro saludo a esta nomenclatura (que parecía enterrada para siempre) a menudo próxima a la astrología, la cábala, la magia, pero belicosa, llena de espíritu de contradicción, y es para mí como si la muerte renaciera…
Ahora bien, para mí toda tentativa del hombre de salirse de sí mismo –da igual que se trate de estética pura, de estructuralismo puro, de religión o de marxismo- es una ingenuidad condenada al fracaso. Es una especie de misticismo propio de mártir. Y esa tendencia hacia la deshumanización (que yo mismo practico) tiene que estar necesariamente acompañada por la tendencia a la humanización , ya que de lo contrario la realidad se desmorona como un castillo de naipes y se corre el peligro de ahogarse en un verbalismo irreal. ¡No, las fórmulas no bastan! Vuestras construcciones, esos edificios vuestros, permanecerán vacíos hasta que alguien los habite. Cuanto más el hombre se vuelve para vosotros inasible, inalcanzable, abismal, sumergido, en otros elementos, prisionero de las formas, articulado, por decirlo así, no con la propia boca, tanto más urgente, apremiante se vuelve la presencia del hombre corriente, tal como lo conocemos de nuestra experiencia cotidiana y de nuestro sentir cotidiano, es decir el hombre de la calle, del café, el hombre concreto. El hecho de alcanzar los confines de lo humano tiene que ser equilibrado de inmediato por una precipitada retirada a la humanidad normal y a la mediocridad humana. Uno puede sumergirse en el abismo humano, pero a condición de volver de nuevo a la superficie.
Si me pidieran una definición los más profunda y dura posible de ese alguien que a mi entender debería habitar en esas estructuras y construcciones, diría sencillamente que es el Dolor. Ya que la realidad es aquello que opone resistencia, es decir aquello que duele. Y el hombre real es aquel que siente dolor.
A pesar de todo lo que nos puedan contar, existe en toda la extensión el Universo, en todo el espacio del Ser, un único elemento atroz, imposible, inaceptable, una única cosa que nos es real y absolutamente contraria y que nos aplasta: el dolor. En él y únicamente en él se asienta toda la dinámica de la existencia. Suprimid el dolor y el mundo se volverá indiferente…
Bien. Tal vez sea algo demasiado serio para filosofar sobre ello… Verdaderamente amenazador. Pero quisiera señalar que para estos pensadores (y también para otros) el mundo sigue siendo, a pesar de todo, un campo de especulaciones cerebrales más bien tranquilas, si no olímpicas. Todos estos análisis demuestran buena salud en la medida en que, como se ve, son producidos por profesores bien tratados por la vida y confortablemente apoltronados. Lo que está en la base de ese incansable puzzle intelectual es una subestimación totalmente infantil del dolor. Si ya la libertad sartriana no siente dolor, no lo teme lo suficiente, los objetivismos actuales dan la sensación de haber sido concebidos en un estado de anestesia.
Destaquemos las contradicciones de este razonamiento. Y es que yo postulo el hombre “relajado” y “normal” y, al mismo tiempo, el hombre penetrado por el dolor. La contradicción es sólo aparente.
Witold Gombrowicz, Diario (1953-1969), Seix Barral (2005). Traducción de Bożena Zaboklicka y Francesc Miravitlles.
Estel Julià en RADIO DIANE
marzo 30, 2009
Mi amiga la poeta Estel Juliá me envía este enlace donde si os ape podéis escuchar un programa de Radio Diane, el 19, que está dedicado a ella:
http://delendaestcarthago.com/audio/programa19.mp3
Estel habla de su poesía y lee varios poemas, algunos de Zapatos Imposibles, un libro de momento inédito para el que he tenido el placer de escribir un prólogo del que también se habla un poquillo.









